Es una planta vivaz que echa unos tallos rollizos,
derechos, que pueden alcanzar hasta un metro de altura e incluso
mas, y que aparecen cubiertos por un fino y suave vello, al igual
que las hojas. Las flores nacen solitarias en los encuentros con las
hojas superiores.
La hierba de San Antonio florece al final de la primavera. Las flores
abiertas tienen unos 2 cm. de ancho y un color que varia entre el
rosado y el purpura. Estas flores se componen basicamente de cuatro
sepalos y cuatro petalos cruzados, con una pequeña escotadura en su
extremo. En realidad, no es la flor la que interesa desde el punto
de vista medico, sino el tallo y las hojas. Para la recoleccion se
prefieren los tallos tiernos, que se arrancan con las hojas
incluidas. Es mejor esperar a que la planta este a punto de
florecer. Las hojas se disponen de distinta manera en las zonas
superiores e inferiores; en las partes bajas del tallo se encuentran
enfrentadas, pero luego, al ir ascendiendo, nacen desparejadas.
La composicion de esta hierba no es muy conocida. Parece que en las
hojas se ha hallado algo de acido malico, pero tampoco existen
estudios serios al respecto. En realidad esta planta no ha sido muy
usada. En algun manual antiguo se cita su administracion en
tratamientos mas o menos prolongados, y llegaba a normalizar la
menstruacion en algunas mujeres. Pero su empleo no se popularizo en
ninguna parte, aunque por tratarse de una especie totalmente inocua
no revestia peligro tomarla en grandes dosis. Las gentes de campo
-que siempre gustan de experimentar con todo lo que les rodea- si la
empleaban.
Existe una vieja receta que aconseja tomar este remedio como a
continuacion describimos: se toman unos 60 g. de hojas y tallos y se
ponen a cocer en un litro de agua hasta que el liquido se reduzca a
la mitad; posteriormente se cuela el cocimiento y se guarda hasta el
momento que se vaya a emplear. Se puede tomar cuanto se quiera.
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